1. TEORÍAS PSICODINÁMICAS
Las teorías psicodinámicas de la personalidad consideran que la conducta se relaciona con la fuerza psicológica que está dentro del individuo y generalmente por fuera de la conciencia.
Sigmund Freud
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Para Freud, el fundador del psicoanálisis, nuestra personalidad está arraigada en la dinámica del inconsciente, constituido por todas las ideas, pensamientos y sentimientos de los que normalmente no tenemos conciencia.
De acuerdo con Freud, la personalidad está compuesta por tres estructuras
1. Ello (Inconsciente). Presente al nacer
2. Yo (Entre lo consciente e preconsciente)El vínculo del ello con el mundo real
3. Súper yo (Guardia moral)Es la conciencia o guardián moral de la persona
Freud identificó a los instintos sexuales y agresivos como las principales pulsiones inconscientes que determinan la conducta humana, reconociendo diversas etapas del individuo:
1. Oral (0-18 meses) placer por succión y alimentación. 2. Anal (18 meses - 3 años) Placer por expulsión y retención de las heces
3. Fálica (3-6 años) Identificación con los progenitores, complejo de Electra y Edipo.
4. Latencia (6- 12 o 13 años) Etapa tranquila sin ninguna dificultad.
5. Genital (13 años adelante) despiertan los impulsos sexuales
Carl Jung: (1875-1961)
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Adoptó muchos de los principios de Freud; sin embargo, sus creencias diferían de las de Freud. Jung afirmaba que la libido, o energía psíquica, representa todas las fuerzas de la vida, no sólo las sexuales. Creía que el inconsciente consta de dos componentes distintos: el inconsciente personal, que contiene los pensamientos reprimidos, experiencias olvidadas e ideas no desarrolladas del individuo; y el inconsciente colectivo, un río subterráneo de memorias y patrones de conducta que fluye hacia nosotros de generaciones previas.
Para Jung, la mente humana ha desarrollado ciertas formas de pensamiento llamadas arquetipos, las cuales dan lugar a imágenes mentales o representaciones mitológicas. La persona, uno de los muchos arquetipos descritos por Jung, es la parte de nuestra personalidad por la cual somos conocidos por los demás, como una máscara que nos ponemos para presentarnos ante el público. Jung también creía que la gente por lo general exhibe una de dos actitudes hacia el mundo. Los extrovertidos se interesan en las otras personas y en el mundo en general, mientras que los introvertidos se interesan más en su propio mundo privado. Jung dividió además a las personas en individuos racionales, que regulan su conducta mediante el pensamiento y el sentimiento, e individuos irracionales, que basan sus acciones en percepciones.
Jung sentía que ciertos arquetipos específicos desempeñan papeles especiales en el moldeamiento de la personalidad.
Alfred Adler
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Creía que la gente posee motivos positivos innatos y se esfuerza por alcanzar la perfección personal y social. Originalmente propuso que el principal moldeador de la personalidad es la compensación, el intento del individuo por superar las debilidades físicas reales. Más tarde modificó su teoría para destacar la importancia de los sentimientos de inferioridad. Se dice que la gente tiene un complejo de inferioridad cuando se fija tanto en sus sentimientos de inferioridad que se queda paralizada por ellos. Todavía después, Adler concluyó que los esfuerzos por alcanzar la superioridad y perfección, tanto en la vida propia como en la sociedad en que uno vive, son cruciales para el desarrollo de la personalidad.
Karen Horney (1885-1952)
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Fue otra teórica psicodinámica de la personalidad que tuvo una considerable deuda con Freud, pero que rechazó algunas de sus ideas más destacadas, en especial su análisis de las mujeres y su énfasis en los instintos sexuales. Para Horney, la reacción de una persona a los peligros o amenazas reales o imaginarias, a la que definió como ansiedad, es una fuerza motivadora más fuerte que la pulsión sexual o libido. Creía que existen varias tendencias neuróticas o estrategias que la gente usa para afrontar los problemas emocionales, y que esas estrategias se reflejan en el tipo de personalidad: el tipo sumiso de personalidad, cuya estrategia es acercarse a los demás (sumisión); el tipo agresivo de personalidad, cuya estrategia consiste en atacar a los otros (agresión); y el tipo desapegado, cuya estrategia implica alejarse de los demás (desapego). Horney enfatizó que muchos de los rasgos de la personalidad que distinguen a las mujeres de los hombres son determinados por la cultura y no por la anatomía, enfatizando que las fuerzas culturales son modificables.
Erik Erikson 1902-1994
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Estudió con Freud en Viena. Fue otro teórico psicodinámico que adoptó una visión con orientación social del desarrollo de la personalidad. Erikson coincidía con buena parte del pensamiento de Freud acerca del desarrollo sexual y la influencia de las necesidades de la libido en la personalidad. Erikson también atribuyó importancia a la calidad de las relaciones entre padre e hijo porque la familia constituye el primer contacto del niño con la sociedad. Creía que los padres pueden disciplinar a los niños de una forma que los hace sentirse amados u odiados. La clave es que los niños sientan que sus necesidades y deseos son compatibles con los de la sociedad personificada por su familia. Los niños sólo desarrollarán un sentido seguro de identidad si se sienten competentes y valorados, ante sus propios ojos y los de la sociedad.
Bosquejó ocho etapas de la vida: confianza frente a desconfianza, autonomía frente a vergüenza y duda, iniciativa frente a culpa, laboriosidad frente a inferioridad, identidad frente a confusión de roles, intimidad frente a aislamiento, generatividad frente a estancamiento e integridad frente a desesperación.
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